martes, 26 de marzo de 2013

Tambores del Bajo Aragón

Los tambores de su tierra, siempre Buñuel escuchó.
En su alma iban grabados igual que en su corazón.
Tiembla la tierra al oír, los bombos y los tambores
que  todas las primeras,despiertan siguiendo a un hombre.
Por toda la humanidad, en la cruz murió clavado.
No predicaba violencia, ni le gustaba el pecado.
Al triste daba consuelo, a los enfermos su mano.
El amor a los demás, su religión, su legado.
El bombo golpea duro, tañe con furia el tambor.
¡No solo tiemble la tierra!, ¡despiertese el corazón!
La codicia y egoísmo, mata a miles de inocentes.
Al igual que el terrorismo, las guerra por intereses.
El amor a los demás suena a dulce melodía.
De nada le sirve al hombre,si el alma no llega a oírla.
Tambores,bombos sonar tenemos que despertarnos.
cristo nos mostró el camino, no nos dejéis olvidarlo.

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